martes, julio 07, 2015

“No se trata de llenar a la gente, se trata de alimentarla”, La Nana

Cocinar con conciencia, es la filosofía de Sandra Schmebling, una colombiana con una rara mezcla en su sangre: su abuelo alemán, su abuela, boyacense, fueron el origen de dos generaciones dedicadas al universo de la culinaria. Su padre fundó Helados Robin Hood y ella a sus 21 años, recibió la responsabilidad de manejar el servicio de todas las cafeterías de la Fundación Santa Fe. Allí estuvo 10 años después de los cuales se especializó en el catering para eventos de todo tipo. 
Ahora, al frente de su restaurante La Nana, ubicado en 1290 Plaza Gourmet en Torre Bicentenario, en el centro de Bogotá, continúa fiel a su pensamiento: “no se trata de llenar a la gente; se trata de alimentar a los comensales con responsabilidad”. Por eso en La Nana, con especialidad en cocina casera, no se emplean productos artificiales. No usan caldos concentrados, salsas industrializadas ni compuestos llenos de preservativos que bajan costos y calidad.
Menús equilibrados, con los componentes que necesita el ser humanos para funcionar durante la jornada de trabajo, y las cantidades suficientes, conforman la carta de La Nana, que con  menos de cuatro meses de inaugurado, ha sido una revelación en la la zona en la que los trabajadores y estudiantes que  pasan el día en el centro de Bogotá, tiene una opción de comida saludable.
“Cada día hay más personas que quieren comer saludable durante la semana, en recetas caseras a precios de almuerzo diario, y sin el temor que significa tener que comer fuera de casa de lunes a viernes. Por eso nos hemos consolidado con nuestro menú de diario, acompañado de ensaladas atractivas y variadas, con vinagretas naturales en base a frutas, y cremas igualmente naturales que nos identifican”, dice Sandra que destaca en su carta de platos especiales el lomo al vino. Uno de los platos más solicitados del lugar.